El Pais 2010-02-14, El Pais

[ Pobierz całość w formacie PDF ]
www.elpais.com
EL PERIÓDICO GLOBAL EN ESPAÑOL
DOMINGO
14 DE FEBRERODE 2010 | Año XXXV | Número 11.928 | EDICIÓNMADRID |
Precio: 2,20 euros
EL PAÍS SEMANAL
¿ESTÁ EN CRISIS
NUESTRO PLANETA?
Hoy, por sólo un euro,
dos DVD de la colección
de documentales de David
Attenborough para la BBC
BESOS DE CINE, EN LA NOCHE DE LOS GOYA
Actores y actrices recrean las escenas más románticas
ADRIÀ HARÁ DE EL BULLI UNA FUNDACIÓN
La OTAN irrumpe en el mayor bastión de los talibanes en Afganistán
reuters
La OTAN movilizó ayer un ejército de
15.000 soldados, encabezado por
marines
de EE UU y tropas afganas, para tomar posi-
ciones clave en Marjah, el mayor bastión de
los talibanes en el sur de Afganistán. La
ofensiva de la provincia de Helmand estre-
na la nueva estrategia de Barack Obama
para poner fin a más de ocho años de gue-
rra. Al menos 20 insurgentes y dos soldados
de la OTAN murieron en los combates. En
la imagen, un
marine
protege a dos civiles.
Páginas 2 a 4
/ Editorial en la
página 30
EL PAÍS RECONSTRUYE LA CUMBRE QUE DECIDIÓ EL PLAN DE SALVAMENTO
“Habría sido una catástrofe no
alcanzar un acuerdo sobre Grecia”
Uno de los líderes de la reunión decisiva para salvar el euro
revela que las reticencias de Merkel amenazaron el rescate
Zapatero y Rajoy
se alejan de un
pacto de Estado
contra la crisis
L. R. AIZPEOLEA / C. E. CUÉ,
Madrid
José Luis Rodríguez Zapatero y
Mariano Rajoy se han instalado
en la desconfianza mutua por
agravios pasados y los dos ven
muy difícil cerrar un pacto de
Estado pese a la grave crisis eco-
nómica. El presidente cree que
Rajoy hace oposición con los te-
mas de Estado y el líder del PP
que Zapatero le ha engañado
otras veces.
A. MISSÉ / C. PÉREZ,
Bruselas
que debía aprobar la cumbre de
los Veintisiete. Pero apenas dos
horas antes de la cumbre no ha-
bía acuerdo por las reticencias
alemanas. El presidente de la
Unión, Herman Van Rompuy,
convocó una reunión con los líde-
res de Alemania, Francia y Grecia
para desbloquear el apoyo y logró
i
n extremis
una solución transito-
ria. “Habría sido una catástrofe
no alcanzar un acuerdo sobre
Grecia”, reconoció horas después
uno de los asistentes a ese directo-
rio europeo.
La eurozona estuvo al borde del
desastre el jueves. Los mercados
daban por hecho que Alemania y
Francia habían pactado un resca-
te para solucionar la crisis griega,
Lecciones de la crisis griega
negocios
Páginas 20 a 27
Páginas 10 y 11
El botín de Roldán
A punto de salir de la cárcel, el ex director de la Guardia Civil
salva una villa en las Antillas, un piso en París y 10 millones
JOSÉ MARÍA IRUJO,
Madrid
Luis Roldán dejará la cárcel definitivamente en mar-
zo, tras cumplir 15 años por corrupción. El ex direc-
tor de la Guardia Civil, de 65 años, quedará libre sin
haber devuelto un piso cerca de la Torre Eiffel, en
París, y una villa en las Antillas francesas (valorados
en 3,7 millones de euros), así como un botín de otros
10 millones en paradero desconocido. Dos testafe-
rros se han llevado sus secretos a la tumba: uno se
suicidó y el otro murió en un albergue de vagabun-
dos. Una investigación del suplemento
Domingo
re-
vela cómo ha salvado su fortuna.
Domingo
Luis Roldán, en una calle de Zaragoza.
/ bernardo pérez
2
EL PAÍS, domingo 14 de febrero de 2010
INTERNACIONAL
La guerra contra el integrismo
La OTAN asalta los feudos talibanes
15.000 soldados, encabezados por ‘marines’ de EE UU y tropas de Kabul, lanzan una
ofensiva en el sur de Afganistán
P
20 insurgentes mueren en los primeros combates
ANTONIO CAÑO
Washington
Ofensiva en la provincia de Helmand
tes del sur, que normalmente no
han conocido más autoridad y cui-
dado que los de los talibanes, com-
probarán ahora que compatrio-
tas suyos llegan para restablecer
el orden en su territorio.
El propósito, como ha asegura-
do el oficial al mando de la ofensi-
va, el general Nick Carter, es que-
darse enMarjah y en las poblacio-
nes colindantes. Se pretende fijar
posiciones y establecer cuanto an-
tes una representación del Gobier-
no de Kabul que se haga cargo de
la administración de la ciudad.
Marjah es un punto clave en el
desarrollo de la nueva estrategia
que el jefe de la misión de la
OTAN, el general Stanley
McChrystal, intenta desarrollar.
Situada a más de 600 kilómetros
de Kabul, es un punto de confluen-
cia de las provincias sureñas de
Helmand y Kandahar. Los exper-
tos creen que, en los últimos me-
ses, ha sido el lugar de refugio de
entre 500 y unmillar de insurgen-
tes, así como de numerosos jefes
talibanes que también controla-
ban desde allí el negocio de la
amapola para el opio.
Comandos estadounidenses
de operaciones especiales han eje-
cutado en los últimos días varias
incursiones sobre Marjah para
capturar enemigos y debilitar sus
posiciones defensivas. La semana
pasada fue detenido cuando inten-
taba abandonar la ciudad uno de
los principales jefes talibanes.
Marines
estadounidenses respal-
dados por un fuerte contingente
de soldados afganos ocuparon
ayer un importante bastión tali-
bán en el sur de Afganistán en el
comienzo de una ofensiva, la ma-
yor desde el inicio de la guerra,
con la que se estrena la nueva es-
trategia de Barack Obama y que
pretende ser un punto de in-
flexión en el desarrollo de este lar-
go y difícil conflicto.
Después de varias horas de
bombardeos desde el aire, las tro-
pas entraron en la ciudad de Mar-
jah, en la disputada provincia de
Helmand, poco antes de las pri-
meras luces del día, encontrando
sólo escasa resistencia. La mayor
parte de los insurgentes, que con-
trolaban esa ciudad y la habían
convertido en uno de sus principa-
les centros de operaciones, ha-
bían huido antes del ataque.
Varias decenas de talibanes
fueron, sin embargo, detenidos
en la ofensiva, al menos otros 20
resultaron muertos y algunos
más pueden aún permanecer en
Marjah en los subterráneos y los
túneles que todavía no han sido
destruidos. La OTAN ha anuncia-
do dos bajas mortales entre las
fuerzas de la coalición, un esta-
dounidense y un británico.
Alrededor de 6.000
marines
y
2.500 soldados afganos participa-
CLAVE
Base
principal
Puesto
de control
Base de
patrullas
PROVINCIA
DE HELMAND
Bastion
Tombstone
Leatherneck
Shoraabak
Marjah
Lugar donde ha
comenzado
la ofensiva
de la OTAN
y tropas afganas
NAHR-E-SARAJ
Price
Geresk
NAD ALÍ
Campos
de cultivo
de opio
Sistani
Valle del río Helmand
Marjah
Lashkar Gah
Haji
Bahaduwin
UZBEKISTÁN
TAYIKISTÁN
LASHKAR GAH
TURKMENISTÁN
AFGANISTÁN
AFGANISTÁN
Herat
Qala-i-Naw
Kabul
Marjah
Jalalabad
NAWA-YE-BARAKZAI
Kandahar
IRÁN
PAKISTÁN
HELMAND
Garmsir
20 kilómetros
200 km
Fuente: elaboración propia.
EL PAÍS
ron en la ocupación de Marjah.
Otras fuerzas británicas, cana-
dienses y también afganas colabo-
raron en el ataque y el control de
otros enclaves próximos a la ciu-
dad. En total, más de 15.000 hom-
bres y mujeres han tomado parte
hasta ahora en esta operación,
con la que se pretende, al mismo
tiempo, demostrar a los talibanes
que jamás podrán derrotar mili-
tarmente a la OTAN y ofrecer a la
población afgana una prueba de
que el propósito del Gobierno de
Kabul es extender su atención y
su autoridad a todo el país.
Por esa razón es extraordina-
riamente importante la significati-
va contribución de soldados afga-
nos en esta misión, denominada
Moshtarak (Juntos). Los habitan-
EL PAÍS, domingo 14 de febrero de 2010
3
La guerra contra el integrismo
INTERNACIONAL
Operación Juntos
E
La Operación Moshtarak
(“Juntos”, en lengua dari) es
la mayor ofensiva contra los
talibanes desde su
derrocamiento, en 2001.
E
15.000 efectivos de la
OTAN y del Ejército afgano
avanzan en los distritos de
Marjah y Nad Ali, en la
provincia de Helmand.
E
Las tropas internacionales
están encabezadas por 6.000
marines
de EE UU, con apoyo
de británicos, canadienses,
daneses y estonios.
E
20 islamistas y dos soldados
de la OTAN han muerto en
los primeros combates.
Un grupo de
marines
avanza hacia el municipio de Marjah, en la provincia de Helmand.
/ap
de civiles e instó a los integristas
a deponer las armas.
Es pronto para saber si ese
plan ha funcionado. Por el mo-
mento, los talibanes no admiten
su derrota en Marjah y dicen se-
guir con el control de la ciudad.
Una parte de su propaganda pare-
ce, sin embargo, haber sido pues-
ta en evidencia. Aunque en los úl-
timos días, los talibanes habían
advertido a los habitantes de Mar-
jah que si no escapaban serían
asesinados por los norteamerica-
nos, los oficiales que entraron
ayer en la ciudad calculan que
más de un 90% de la población (el
censo total es de unas 80.000 per-
sonas) permanece en sus casas.
“Los ancianos les están dicien-
do que cierren las puertas y se
queden dentro. Confiamos en
que, una vez que comprueben
que no hay peligro, saldrán y nos
dirán dónde están escondidos los
explosivos”, declaró el general
Carter. Ésa es, por ahora, la princi-
pal amenaza contra las fuerzas de
la OTAN. En su huida, los insur-
gentes tuvieron tiempo más que
suficiente para llenar la ciudad de
minas y bombas trampa. Tanto es
el temor, que los atacantes no uti-
lizaron para entrar en Marjah el
puente que da acceso a la ciudad
desde el norte, sino que instala-
ron puentes provisionales.
A partir de ahora, el mensaje a
los talibanes es claro: “Será por
las buenas o por las malas, pero
vamos a tomar el control”, tal co-
mo dijo el jefe de los
marines
en la
región, general Larry Nicholson.
Principio del fin de la guerra
Washington pretende negociar una salida ordenada
A. CAÑO,
Washington
ofensiva puede ayudar a vencer
esa resistencia. La recuperación
de la iniciativa militar y la recon-
ducción de la guerra es una parte
esencial de la nueva estrategia
que Barack Obama anunció en
su discurso deWest Point al orde-
nar el envío de otros 30.000 sol-
dados a Afganistán.
Con más tropas, EE UU pre-
tende extender la autoridad del
Gobierno de Kabul, demostrar
las ventajas que su autoridad
Obama cumplir con su compro-
miso de empezar a retirar las tro-
pas en el verano de 2011 y, ade-
más, serviría para separar a los
combatientes afganos de los ver-
daderos enemigos de EE UU: los
combatientes de Al Qaeda.
Son curiosos los giros que da
la historia. Una negociación en-
tre las fuerzas enfrentadas en
Afganistán era precisamente, co-
mo recuerda el analista Ahmed
Rashid, lo que propuso en 1989 el
entonces ministro de Relaciones
Exteriores ruso, Eduard Shevard-
nadze, como solución tras la reti-
rada soviética.
Entonces no fue posible y na-
da garantiza que ahora lo sea. El
cálculo de que los talibanes ven
imposible su victoria puede ser
más ilusorio que científico. El pro-
nóstico de que los insurgentes
afganos pueden romper su alian-
za con Al Qaeda se contradice
con las declaraciones de los jefes
talibanes. Pero hay un factor que
sí puede jugar a favor de la estra-
tegia norteamericana: la pobla-
ción afgana, que no se ha sumado
en masa a la causa talibán pese a
los continuos errores de la OTAN
y la permanente negligencia del
Gobierno de Karzai, puede ver
más esperanzas de orden y de fu-
turo en una negociación que en
un regreso a la
sharía.
La norma exige que toda negocia-
ción vaya precedida de un acto
de fuerza. La ofensiva lanzada
ayer por la OTAN en el sur de
Afganistán puede ser también el
preludio de un final negociado de
la guerra. Eso es, al menos, lo
que parecen tener en mente los
estrategas norteamericanos,
conscientes de que ésta es la últi-
ma oportunidad de concluir el
conflicto de una forma ordenada.
Con esta exhibición de su su-
perioridad militar, EE UU quiere
dejar claro a los talibanes que ja-
más podrán ganar la guerra en el
campo de combate, que ni siquie-
ra se les permitirá el control de
determinadas áreas y que, paula-
tinamente, se les irá privando,
además, de las simpatías con las
que ahora cuentan entre algunos
sectores de la población.
Su única salida, como ha expli-
cado el jefe de la misión, general
Stanley McChrystal, es la de con-
vertirse en partido político desar-
mado y compartir legalmente el
poder con el presidente Hamid
Karzai. Ya se han hecho algunas
gestiones en esa dirección por
mediación, entre otros, del Go-
bierno de Arabia Saudí, pero no
han dado resultado porque los je-
fes talibanes se resisten. Esta
Soldados estadounidenses
avanzan hacia Marjah en las
inmediaciones de Laskar
Gah, capital de la provincia
de Helmand.
/ associated press
Un pacto con los
rebeldes permitiría
a Obama retirar
las tropas en 2011
Esta ofensiva es cualquier co-
sa menos imprevista. Los respon-
sables militares, rompiendo su
costumbre, la habían anunciado
a bombo y platillo con un doble
objetivo: permitir a la población
civil que lo desease salir de la ciu-
dad, y así evitar pérdidas de vidas
inocentes, e intentar que aquellos
que peleaban junto a los talibanes
por mera obediencia tuvieran la
oportunidad de dejar sus filas. El
presidente afgano, Hamid Karzai,
pidió ayer que se evite la pérdida
comporta y convencer a la pobla-
ción de que el regreso de los tali-
banes no es inevitable y ni siquie-
ra probable. Los talibanes, a su
vez, deberían de entender que
ahora, cuando se encuentran en
el cénit de su influencia, es el me-
jor momento para negociar. A
partir de aquí, decían ayer los
mandos militares norteamerica-
nos, perderán el control del opio
y de los jefes tribales.
La negociación con los taliba-
nes permitiría probablemente a
4
EL PAÍS, domingo 14 de febrero de 2010
INTERNACIONAL
La guerra contra el integrismo
25.000 talibanes en pie de guerra
desafían a las fuerzas internacionales
EE UU asegura que unos 150 miembros de Al Qaeda operan en Afganistán
numerosos dirigentes locales.
Lo peor es que, en palabras
de Ban Ki-moon, “no hay indi-
cios de que la seguridad vaya a
mejorar en los primeros meses
de 2010”. Una opinión que com-
parte el general Jones, quien ya
vaticinó “un incremento de la
violencia en las próximas sema-
nas”. La ofensiva sobre Marjah,
en Helmand, sería así un pronós-
tico autocumplido.
Pero se trata sólo de la prime-
ra pieza de un puzle mucho más
amplio, que incluye 24 distritos
afganos —de los 80 que se consi-
deran prioritarios— en los que
se concentrará la ofensiva bélica
para quebrarle el espinazo, y la
moral, a la insurgencia. Una vez
pacificados, se iniciarían las ta-
reas de reconstrucción y, progre-
sivamente, se cedería su control
a las autoridades locales. Este úl-
timo paso es el más complicado.
El objetivo de la OTAN es que
el Gobierno de Kabul cuente con
171.000 militares y 134.000 poli-
cías en octubre de 2011, pero has-
ta el momento no ha conseguido
que los socios aporten suficien-
tes instructores. España, que el
pasado viernes aprobó el envío
MIGUEL GONZÁLEZ
Madrid
Más de 25.000 talibanes y hasta
150 miembros de Al Qaeda. Ése
es el enemigo al que se enfren-
tan las fuerzas internacionales
en Afganistán. La cifra la aportó
el Consejero de Seguridad Nacio-
nal, el general James Jones, en
un encuentro del Foro Atlántico
—que reúne a parlamentarios de
todos los países de la OTAN—
celebrado el pasado día 26 en
Washington. Puede parecer una
cifra pequeña, si se compara
con los más de 150.000 soldados
de la coalición internacional
que estarán desplegados este ve-
rano en el país centroasiático,
pero es más de seis veces supe-
rior a los 4.000 insurgentes que
se calculaban en 2005. ¿Qué ha
sucedido desde entonces? Según
el propio Jones, la clave está en
el acuerdo de no agresión al que
el entonces presidente paquista-
ní, Pervez Musharraf, llegó en
2006 con los talibanes, que les
permitió disponer de un santua-
rio en los territorios autónomos
pastunes fronterizos con
Afganistán.
Los datos ofrecidos por el ge-
neral Jones permiten también
deducir que Al Qaeda sólo es un
componente menor de la insur-
gencia. Por eso, la estrategia
aprobada en la Conferencia de
Londres del pasado 28 de enero
pasa por aislar a los irreducti-
bles e intentar pactar con los ele-
mentos moderados del movi-
miento talibán, recuperando a
quienes se han unido a la insur-
gencia por falta de una alternati-
va mejor. Para ayudar a conven-
cerles, se creará un fondo finan-
ciero, al que España ha prometi-
do aportar 10 millones de euros.
El planteamiento no es total-
mente nuevo, el problema es
que hasta ahora no ha funciona-
do. A lo largo de 2009, menos de
200 insurgentes aceptaron depo-
ner las armas e incorporarse a
Las filas de los
insurgentes se han
multiplicado por
seis desde 2005
Dos talibanes heridos reciben tratamiento médico en un helicóptero de Estados Unidos, tras ser capturados.
/ap
La ofensiva se
concentrará en 24
distritos de los 400
que tiene el país
la policía gubernamental; 57 de
ellos en la provincia de Herat,
donde se encuentra la principal
base de las tropas españolas.
“La reconciliación sólo se pro-
ducirá cuando los talibanes com-
prendan que están perdiendo”,
advierte el jefe del Mando Cen-
tral de EE UU, el general David
Petraeus. Pero eso, por ahora,
está lejos de suceder. En el últi-
mo trimestre del año pasado, se
produjeron 1.244 incidentes
mensuales, lo que supone un in-
cremento del 65% respecto al
mismo periodo de 2008. Las víc-
timas civiles sumaron 784 entre
agosto y octubre de 2009, un
12% más. La buena noticia es
que sólo el 22% se debió a accio-
nes de la OTAN, lo que significa
que se está empezando a aplicar
el compromiso de minimizar los
“daños colaterales”.
En su último informe al Con-
sejo de Seguridad, fechado el 28
de diciembre, el secretario gene-
ral de la ONU, Ban Ki-moon, re-
conocía que en muchas provin-
cias —entre las que citaba a Bad-
ghis, bajo responsabilidad
española— la presencia de las
autoridades de Kabul se limita
a las localidades más importan-
tes, mientras que en zonas rura-
les los talibanes han instaurado
una “administración provincial
en la sombra: recaudan impues-
tos, administran ‘justicia’, re-
suelven disputas por tierras, eje-
cutan a presuntos criminales e
imponen hábitos sociales ultra-
conservadores”. En otras zonas
del sur y este del país, según el
mismo informe, los propios re-
presentantes del Gobierno se
ven obligados a sobornar a los
comandantes talibanes. Quie-
nes se resisten a su ley son asesi-
nados: una media de nueve per-
sonas por semana; entre ellas,
de otros 511 soldados —en la ac-
tualidad tiene 1.068— y 40 guar-
dias civiles, se encargará de la
formación de 2.000 militares
—el 5% de los que está previsto
instruir en 2010— y de una uni-
dad de la policía afgana.
Si se cumplen los plazos, la
formación de esta nueva briga-
da del Ejército afgano con base
en Badghis llevará un año, pero
pasarán tres antes de que esté
plenamente operativa y al me-
nos cinco para que pueda pres-
cindir de la tutela de las tropas
españolas. No habrá pues retira-
da de Afganistán antes de 2015.
Batalla por el vergel de las amapolas
trampa. Los préstamos para com-
prar las semillas les han converti-
do en rehenes de señores feuda-
les y creado un círculo vicioso de
dependencia con los talibanes.
Esa milicia se ha financiado a
cambio de ofrecer protección
frente a los planes para acabar
con la droga del Gobierno y la
comunidad internacional.
Los 15.000 soldados que entre
estadounidenses, británicos y
afganos, se han movilizado para
poner fin al bastión de la insur-
gencia talibán en Marjah y Nad-e
Ali y escenificar la nueva política
de la OTAN hacia Afganistán, no
van a tener dificultades para ex-
pulsar a unos milicianos que la
mayoría de las veces escapan sin
presentar batalla. El verdadero
reto va a ser lanzar un programa
de desarrollo que saque de la mi-
seria y el atraso a una de las pro-
vincias más olvidadas de uno de
los países más pobres del mundo.
En la provincia afgana de Helmand se cultiva la mitad de todo el opio del país
Á. ESPINOSA
sacar de sus entrañas alimento
para sus familias.
Su capital, Lashkar Gah, a la
que no llegaba ninguna carretera
asfaltada, parecía suspendida en
el tiempo. El opio ya no estaba a
la vista en el mercado aunque se
seguía negociando sin interferen-
cias, como me confirmó hayi Qa-
dir. Su huerta estaba situada a
unos pocos kilómetros al oeste
de la ciudad, justo antes del cru-
ce que lleva hacia Marjah y
Nad-e Ali, las dos comarcas en
las que soldados estadouniden-
ses y británicos tratan ahora de
desalojar a los talibanes.
Sin embargo, hasta 2006 no se
instaló la primera base británica
en la provincia. Era demasiado
tarde. En esos cuatro años vita-
les, su población tuvo que valerse
por sí misma en un ambiente hos-
til. A los pies de las montañas del
Hindu Kush, la mayor parte de
Helmand es un terreno inhóspito
que los locales llaman el
desierto
de la muerte,
al amparo del cual
han prosperado las rutas del con-
trabando con Pakistán.
Sólo el río Helmand rompe la
aspereza del paisaje. En sus ori-
llas vive el grueso del millón y
medio de habitantes que tiene la
provincia, el 92% pastunes, la
etnia de la que surgieron los tali-
banes. Un sistema de presas y ca-
nales, construido en los años cua-
renta y cincuenta con ayuda de
Estados Unidos, permitió irrigar
el valle y desarrollar la zona. Pe-
ro a partir de 1979, la guerra y la
sequía acabaron con aquel espe-
jismo de bonanza. No sólo se re-
dujo el flujo de agua, sino que
dejaron de mantenerse las ace-
quias y sin control gubernamen-
tal prosperó el cultivo del opio.
Hoy esa provincia cosecha la
mitad de todo el opio de Afganis-
tán, que a su vez es el origen del
90% de la producción mundial.
Para muchos agricultores la ama-
pola se convirtió en un seguro de
vida. Necesita menos agua y da
más beneficios que otros culti-
vos. Pero ha sido también una
Hayi Qadir me mostraba orgullo-
so su vergel, una huerta de 20
hectáreas de frutales y, sí, tam-
bién de amapolas de opio. Era ju-
nio de 2002. Los bombardeos es-
tadounidenses habían desaloja-
do a los talibanes de Kabul y de
Kandahar unos meses antes, pe-
ro nadie se había acordado de
Helmand. La más extensa de las
provincias afganas (cerca de
60.000 kilómetros cuadrados
equivalente a dos veces Galicia)
se había convertido en tierra de
traficantes y bandidos, pero tam-
bién de agricultores arruinados
por la sequía que luchaban por
EL PAÍS, domingo 14 de febrero de 2010
5
INTERNACIONAL
EL OBSERVADOR GLOBAL
tas suicidas en Afganistán destruyen escue-
las de niñas, o algunos suníes en Irak se
transforman en bombas humanas que es-
tallan en un mercado lleno de chiíes?
La religión tampoco ofrece una explica-
ción satisfactoria. Jessica Stern, una inves-
tigadora de Harvard, reporta que el Gobier-
no de Arabia Saudí ha interrogado acerca
de sus motivaciones a miles de terroristas
capturados. Resulta que la abrumadora
mayoría no había tenido una educación
religiosa extensa y que su compresión del
islam era muy limitada. El 25% de los parti-
cipantes en programas de rehabilitación
de terroristas en Arabia Saudí tiene antece-
dentes criminales y sólo el 5% había lleva-
do una vida religiosa activa. Entre los terro-
ristas hay tanta variedad y complejidad co-
mo en cualquier otro grupo humano. En
general, es poco lo que se sabe de manera
irrefutable sobre los orígenes de los terro-
ristas o sobre su perfil psicológico. Excepto
que muchos de ellos son ingenieros.
Ésta es la sorprendente conclusión de
un artículo publicado recientemente en
European Journal of Sociology,
titulado
“Por qué hay tantos ingenieros entre los
islamistas radicales”. Diego Gambetta y
Steffen Hertog destacan que “entre los isla-
mistas radicales violentos, los ingenieros
están sobrerrepresentados entre tres y cua-
tro veces más que otros profesionales”.
Los autores estudiaron los antecedentes
de más de 400 miembros de grupos violen-
tos de radicales islámicos en más de 30
países de Oriente Próximo y África. No só-
lo confirmaron los resultados de investiga-
ciones previas, que habían encontrado que
los terroristas suelen tener mayores ingre-
sos y más educación que el promedio de su
país, sino que descubrieron que el 44% de
los violentos eran ingenieros o estudiantes
de ingeniería. En los países de procedencia
de los individuos estudiados, los ingenie-
países occidentales, el 60% tiene estudios
de ingeniería.
¿Cómo se explica este fenómeno? Gam-
betta y Hertog examinan y rechazan varias
hipótesis, incluyendo la posibilidad de que
las destrezas de los ingenieros los convier-
ta en un blancomás atractivo para quienes
reclutan terroristas, o que incluso esto sea
simplemente un accidente histórico. Los
investigadores concluyen que las causas
de la desproporcionada presencia de estos
profesionales se debe a la interacción de lo
que llaman la “mentalidad” de los ingenie-
ros con ciertas condiciones socioeconómi-
cas prevalentes en países islámicos. Según
ellos, la ingeniería atrae a individuos que
prefieren respuestas claras y modelos men-
tales que minimizan la ambigüedad. En las
universidades estadounidenses, por ejem-
plo, la probabilidad de ser al mismo tiem-
po religioso y conservador es siete veces
mayor en las escuelas de ingeniería que en
las de ciencias sociales. Gambetta y Hertog
argumentan que hay mucha afinidad en-
tre la estructura mental de los ingenieros y
las ideas que nutren a los terroristas radi-
cales islámicos. Esta tendencia interactúa
y es potenciada por el hecho de que los
ingenieros —inteligentes y profesionalmen-
te ambiciosos— chocan y se radicalizan al
enfrentarse con el estancamiento económi-
co, la falta de oportunidades para los jóve-
nes y la represión política comunes en paí-
ses islámicos.
Las explicaciones del fenómeno de los
ingenieros terroristas son controvertidas.
Lo que no es controvertido es que entre los
terroristas islámicos hay muchos ingenie-
ros. Como tampoco lo es que sobre los te-
rroristas islámicos hay muchas anécdotas,
prejuicios y generalizaciones estereotipa-
das, pero pocos datos científicamente de-
fendibles.
mnaim@elpais.es
¿Por qué tantos
terroristas son
ingenieros?
MOISÉS
NAÍM
¿Cuál cree usted que es la principal causa
del terrorismo islámico?
a)
la pobreza;
b)
la injusticia;
c)
la falta de democracia;
d)
la desesperanza;
e)
el conflicto palestino-
israelí;
f)
la religión;
g)
no se sabe.
La respuesta correcta a esta pregunta
es tan importante como sorprendente. Es
importante porque hasta que no entenda-
mos las causas del terrorismo islámico se-
rá imposible buscarle soluciones. Y es sor-
prendente porque, en realidad, no es mu-
cho lo que se sabe acerca de las razones
por las cuales una persona decide suici-
darse masacrando a inocentes. Así, la res-
puesta correcta a la pregunta es la
g)
no se
sabe.
Si las causas del terrorismo fuesen la
pobreza y la desigualdad, el mundo estaría
lleno de terroristas brasileños. Y si la demo-
cracia fuese un antídoto eficaz, India, que
es la mayor democracia del mundo, debe-
ría sufrir menos atentados que dictaduras
como China o Libia. Pero no es así. Las
democracias sonmás vulnerables a los ata-
ques terroristas que los regímenes autori-
tarios. Y si la causa fuese el conflicto entre
israelíes y palestinos, ¿por qué los terroris-
Atentado contra las Torres Gemelas.
Según una investigación,
los ingenieros están
sobrerrepresentados entre
los islamistas violentos
ros son muy escasos: apenas representan
el 3,5% de la población. Pero en los grupos
terroristas islámicos constituyen casi la mi-
tad del total. La segunda área académica
más frecuente en la muestra analizada es
la de estudios islámicos, seguida por medi-
cina, ciencias y educación —cada una de
las cuales alcanza tasas muy inferiores al
44% de ingenieros—. Más aún, entre los
terroristas islámicos nacidos y criados en
[ Pobierz całość w formacie PDF ]
  • zanotowane.pl
  • doc.pisz.pl
  • pdf.pisz.pl
  • dietanamase.keep.pl